El Sacramento de la Confirmación, forma parte de los sacramentos y es el segundo paso en la iniciación de la vida cristiana, donde el protagonista es el Espíritu Santo, quien nos une a la iglesia y nos compromete mucho más como testigos de la fe cristiana.
El matrimonio constituye la alianza entre el hombre y la mujer con el fin de ayudarse mutuamente, procrear y educar a los hijos; este lazo eterno y bendecido por Dios y la iglesia, simboliza el amor verdadero y la fidelidad de Jesucristo con la humanidad.
A lo largo de su paso por la tierra Jesucristo tuvo cercanía y compasión con los enfermos para brindarles sanación física y espiritual; esta obra de misericordia continúa hoy en día con el mismo empeño, con su cuerpo místico que es la iglesia, y se le conoce como el Sacramento de la Unción de los Enfermos.
En el nuevo testamento el único que realizó funciones de sacerdocio fue Jesucristo, que siendo humano y divino, actuó como mediador entre el pueblo y Dios, este servicio ha sido heredado a los fieles a través de los siglos, en primera instancia a los apóstoles y posteriormente a los sacerdotes.